En adelanto van estos lugares: ya tienen su diosa coronada". Leandro Díaz. Este hombre es el autor de esta canción (género vallenato) y es un guiño al lector, por parte de Gabriel García Márquez, que aparecerá a lo largo de la lectura en varias ocasiones, en boca de Florentino Ariza. Aquí podéis escucharla. Posteriormente ha sido cantada también por Carlos Vives.
También encontré otra interesante canción dedicada a GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ. Se titula EL REY DE LA LITERATURA, la compuso FRANKLYN BENAVIDES y la interpretación es de OVIDIO MARTÍNEZ y JOSÉ CARRANZA. Apareció en un Larga Duración de FIESTA VALLENATA de 1982. (Información tomada de "Crónicas vallenatas")
Entre tanto, encontré la historia de cómo surgió esta canción y qué fortuna le acompañó para ser tomada como "tópico" en la novela de Gabriel García Márquez. Y una entrevista que le hicieron al tal Leandro Díaz, muy curiosa, por cierto. He aquí un fragmento del artículo, quien quiera leer más que pinche en el sigueinte título:
Esta es la historia de la célebre canción de Leandro Díaz.
El epígrafe de la Diosa Coronada, con el que García Márquez le hizo honores al poeta ciego de la canción vallenata, Leandro Díaz, además del intenso contenido literario que abarca, lleva consigo una sentida historia de amor, despecho y humor que solamente una mente prodigiosa, como la de Leandro, es capaz de sintetizarla en unos cuantos versos.
"Señores, vengo a contarles hay nuevo encanto en la Sabana, en adelanto van estos lugares, ya tienen su Diosa Coronada", verso que dejó para la historia de la literatura universal el escritor de Aracataca, se gestó una tarde de abril del año 1949, a orillas del río Tocaimo, el mismo sitio que sirvió de inspiración para esa otra obra maestra del 'Homero' del vallenato: 'Matildelina'.
Pero mucho antes de que Gabo (Gabriel García Márquez) rescatar el verso en 'El amor en los tiempos del cólera', ya el paseo de 'La Diosa coronada' se había paseado en los lomos de la juglaría por toda la vasta región de La Provincia, el Magdalena y el Viejo Bolívar, de boca en boca, que era en esa época el máximo juez que determinaba si la canción era buena, mala o regular.
Fue el propio Rafael Escalona el primero en avistar el enorme potencial que tenía la canción de Leandro y así lo hizo saber al país en una entrevista que le hizo Gloria Valencia de Castaño a principios de los años sesenta.
"Por allí anda un compositor ciego que no le canta a los burros, ni a las crecientes crecidas como yo, sino a diosas y otras cosas raras', dijo en su ocasión el compositor patillalero.
Para esa época ya la canción tenía más de 13 años de haber sido compuesta por Leandro, pocos meses después de que su abuelo paterno, Abel Duarte (Leandro tomó el apellido de su mamá), comprara una finca a la orilla del famoso río que le dio el nombre al caserío: Tocaimo, vereda perteneciente al municipio de San Diego, Cesar. [...]
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